El Chelsea de Tuchel sigue invicto en su 13º partido y eliminó con total merecimiento a un Atlético escaso de recursos.
El Atlético siguió el camino de Sevilla y Barcelona y cayó justamente eliminado de octavos de final ante un Chelsea que mereció la clasificación. Como siempre, lo analizamos.
N’Golo Kanté sobradísimo
A diferencia de la mayoría de centrocampistas como Busquets que cuanto más terreno por cubrir tienen, más sufren, el disfrute de Kanté es directamente proporcional a la extensión que tiene por abarcar. Su mapa de calor es de risa.
Suárez o la nada absoluta
En 60’ dejó 0/2 regates y solo 6 pases. En realidad no decepcionó, porque este es su nivel real. Dejó la sensación de que era el jugador de su equipo que estaba más lejos de regatear a sus rivales o de marcar. Impotencia total.
El ritmo del Chelsea, superior
Por enésima vez, un equipo Premier superó a uno de LaLiga por ritmo. Eso que no es ni físico ni intensidad, que se puede definir como la capacidad de imponer un contexto de juego alto o bajo, según tus intereses. Eso que lograba el ATM en 2016.
Atlético sin nada de gol
El partido se jugó más cerca de la portería de Oblak que de la de Mendy, igual que en la ida. El Atlético disparó a puerta, a diferencia de la ida, pero no logró encajonar al Chelsea en su área nunca. Resultado: 0 goles en 191’ de eliminatoria.
El plan de Simeone
Su equipo tiene una fórmula para competir en Europa muy marcada: reducir las ocasiones de gol ajenas y avanzarse aprovechando al máximo las suyas. El Chelsea se adelantó y el Atlético fue tarde y mal. No siempre te salen bien las cosas, no hay más.
